Las tres victorias en línea demuestran con creces que el proyecto de la refundación está dándole vida a un fútbol colombiano que se creía desahuciado, más por malos manejos que por falta de calidad de nuestros jugadores.
Ayer en Barranquilla, José Pekerman demostró que tiene trazado el rumbo de esta selección, como quien lleva el timón del barco, hizo una de las movidas tácticas más certeras que se hayan visto en mucho tiempo por Barranquilla, saca a Aldo Leao de flojo primer tiempo e incluye a Juan Guillermo Cuadrado por la banda derecha, retrasa unos metros a Macnelly Torres y manda a James de enganche.
Movida que denota preparación de semana y ausencia de miedo para cambiarle el destino a un partido que estaba enredado. Nuestro técnico comprende que está dirigiendo una selección grande, que de local y visitante siempre tiene que ir de frente por el partido.
El sistema táctico aplicado por el técnico reúne elementos primordiales para el éxito de la tricolor, retoma el juego que hizo grande a la selección, el juego con el balón como principal protagonista pero sumándole transiciones rápidas en ataque para romper las líneas defensivas tema que tanto nos costó en las pasadas eliminatorias.
Una prueba fehaciente del éxito de este proyecto es el despertar de Falcao en la selección, jugador que por mucho tiempo fue el principal sacrificado ya que los técnicos nunca encontraban un esquema que explotara las principales características del mejor nueve del planeta fútbol. Cuando le preguntaron a Falcao que era lo primero que pensaba cuando marcaba un gol respondió: “Primero Le doy gracias a Dios, lo disfruto con todo el país. Es una química que hay y el que anota lo siente de una forma impresionante”, ademas agregó: “El circuito de juego fue mejor para Colombia, nos encontramos más y llegamos con más peligro al arco de ellos. Fue un excelente triunfo que lo fuimos trabajando con paciencia” El tigre, quien marcó dos goles finalizó con esta importante reflexión: «Colombia debe disfrutar pero todavía no hemos ganado nada».
La inclusión de un delantero como Teo que se convirtió en su principal cómplice, las generaciones de espacios por fuera para que el pueda aprovechar los huecos por dentro y la conjugación de jugadores de buen pie, tienen al Tigre rugiendo en cada aparición de la selección, hasta llegar a replicar sus mejores hazañas europeas en campos sudamericanos.
De la mano de Pekerman, quien en la rueda de prensa afirmó que: «Estamos muy contentos de la situación que estamos viviendo porque Colombia hoy se presenta en la eliminatoria como un equipo que quizá no se tenía en cuenta antes por otros rivales. Eso nos compromete aun más, porque ya saben del valor que tenemos en esta competencia» recobró para Colombia su identidad futbolística, la mezcla de un cuerpo técnico capacitado y unos jugadores comprometidos, tiene encarrilada a la selección al mundial de Brasil 2014.
Por Juan Camilo Restrepo @cami_rv