Aunque el Mónaco no tuvo la mejor pre temporada, empezó bien la Liga que es para lo que se trabaja. El equipo mostró cosas buenas como la solidez defensiva pero deja algunas dudas en la línea de volantes por la falta de acompañamiento a James pero sobre todo, las escasas oportunidades de gol con balón dominado.
Se enfrentó al Bordeaux en condición de visitante y consiguió tres puntos importantes fuera del principado. Comenzar ganando para corregir los errores es la mejor manera de formar un equipo que está en construcción y que cuenta con calidad individual para grandes cosas.
El primer tiempo fue de ida y vuelta, muy intenso en velocidad. La verticalidad fue la principal herramienta de los dos equipos que no tuvieron suerte para encontrar a los delanteros y apelaron a los disparos de media distancia y a los centros que, muy pocos fueron eficaces.
El segundo tiempo fue igual que el primero pero con dos diferencias. Entró Emmanuel Riviere por James y el recién ingresado abrió el marcador a ocho minutos del final. La otra diferencia, el ‘Tigre’ Radamel Falcao que no da un balón por perdido y así anotó su primer gol en la liga francesa.
Para destacar la actitud del equipo, la rapidez en las transiciones de defensa-ataque y la solidez defensiva. Las cosas por mejorar se dan con el tiempo, con conocimiento y más complementos para que los volantes dominen el balón y jueguen más en conjunto para hilvanar las jugadas para que Falcao las remate.
