Un año después de la muerte del ex técnico del Sporting de Gijón, se levantó esta estatua en las inmediaciones del estadio de El Molinón.
Delante de futbolistas, directivos y miles de seguidores, se inaguró la estatua de Manolo Preciado (1957-2012), quien murió a causa de un infarto.
El momento emotivo estuvo comandado por su hijo, quien acompañado de su madre y su abuela paterna, afirmó que su padre fue ‘totalmente feliz en El Molinón’.