Estadio mundialista de Brasilia ahora es una estación de autobuses

#ElDato: El Mané Garrincha fue sede de siete partidos del Mundial Brasil 2014, costó 410 millones de euros y ahora está infrautilizado.El estadio costó tres veces su presupuesto inicial y es el segundo más caro del mundo, detrás de Wembley.

Cuando se construyó el emblemático estadio Mané Garrincha en la capital brasileña de Brasilia, se preveía que tras la Copa del Mundo 2014 dicho complejo deportivo sería un «dinosaurio» o «elefante blanco» en desuso, debido a que esta población no cuenta con un equipo profesional de grandes pergaminos.

Y así fue. Hoy, nueve meses después del mayor evento del fútbol mundial, este estadio que a propósito fue el más costoso de las doce sedes que abarcaron esta competición, sirve en la actualidad como estacionamiento de autobuses y se prevé que próximamente acoja oficinas gubernamentales.

La reforma de este estadio, costó la módica suma de 410 millones de euros, unos 1.400 millones de errores, una cifra ma´s que autonómica para acoger siete partidos del mundial, entre ellos el correspondiente al tercer y cuarto puesto entre Holanda y Brasil.

Su capacidad para 72.000 fue más que excesiva por el hecho de que esta moderna ciudad el fútbol no se vive como en otras grandes capitales del territorio brasileño, entre ellas Sao Paulo, Río de Janeiro, Belo Horizonte o Porto Alegre.

Si bien para los Juegos Olímpicos Río 2016, que contará con varias sedes para el fútbol, este estadio volverá a adecuarse para un evento de este tipo, se estima que una vez finalice este certamen deportivo sea utilizado para otros fines, toda vez que de acuerdo a las autoridades locales este complejo es una instalación «multiuso» (originalmente se dijo que albergaría grandes espectáculos y eventos culturales).

Lo cierto es que ahora mismo es un estacionamientos para autobuses suburbanos, que parquean allí por una dos o tres horas entre cada recorrido. Cabe destacar que no es un parqueadero permanente y que los buses no son dejados allí en horas de la noche.

El estadio costó tres veces su presupuesto inicial y es el segundo más caro del mundo, después del Wembley de Londres.