En un duelo con mucho intensidad pero poca propuesta futbolística, Liverpool y Everton dividieron honores en el clásico disputado en Anfield Road.
A punta del conocido You ‘ll Never Walk Alone a son pelado, se vivió uno de los clásicos más apasionantes y respetuosos de mundo, con dos aficiones que viven con mucha intensidad este sentimiento llamado fútbol, pero así mismo comparten sin problema alguna el mismo lugar donde sueñan y sufren cada vez que sus equipos respectivos saltan al gramado del templo que los acobija.
Como todo derbi, ambos bandos salieron con todos el ímpetu de irse en ventaja cuanto antes, pero fue quizá la ansiedad su peor enemigo, ya que con el pasar de los minutos las cosas se iban complicado y las ocasiones agotando ante la mirada perpleja de las aficiones que no dieron su brazo a torcer y siguieron alentando como bien saben hacerlo.
Así las cosas la imprecisión tanto en defensa como en ataque del Liverpool como del Everton terminó por apagar lentamente el partido, el cual se preveía iba hacer de mayor vuelo teniendo en cuenta los últimos clásicos. Además ambas defensas estuvieron demasiado pálidas mientras que los delanteros estuvieron demasiado descachados, enviando la esférica fuera del punto de gol cuando lo más obvio era que marcasen.
Con todo esto el 0-0 no dejó a ninguno satisfecho ya que el Liverpool seguirá plantado en la 7ª posición de la Premier sin posibilidades de recaer en Europa en la temporada que se avecina, mientras que los “Toffes” quedaron sin posibilidades de soñar con la Champions y ahora deberán trabajar para lograr el tiquete a la UEFA Europa League, certamen que se ajusta más a las necesidades y realidad del segundo equipo de Liverpool, pero que desde hace un par de años ha demostrado la misma altura que los “reds”.
Próxima fecha: Everton Vs. West Ham United; Fulham Vs. Liverpool.
