Según la Real Academia de la Lengua Española, el ingeniero es la persona que discurre con ingenio las trazas y modos de conseguir o ejecutar algo. Bueno, eso es Pellegrini. Le dio vuelta a la serie con un planteamiento perfecto y con el cambio perfecto sobre el camino. Solucionó los problemas.
Los alumnos del «ingeniero» Pellegrini se graduaron hoy en La Rosaleda y podrán ejercer su profesión por toda Europa pues ya se encuentran en cuartos de final de la Champions League. Pero no es una graduación común, es la primera vez que los malagueños llegan a ésta instancia y tendrán como misión, seguir dejando al club blanquiazul en lo alto.
En los inicios fue complicado porque su primer examen, llamado Porto, lo perdieron por un punto pero hoy se reivindicaron. En su salón de clases, lograron maniatar al conjunto portugués que, después de la expulsión de Defour, se dedicó a defender y a buscar contra golpes rápidos con Jackson Martínez. Cosa que nunca lograron.
El mejor alumno de la promoción apareció y le brindó esperanzas a los malagueños. El joven Isco anotó el primer tanto y supo manejar los hilos del partido con temperamento, posesión y habilitó a sus compañeros cuando debió hacerlo. Pellegrini analizó lo que hacía falta e ingresó a Santa Cruz, un matador del área que no tardó en responderle a su mentor. Tan sólo cuatro minutos después de ingresar, se elevó en el área para conectar un cabezazo que venció la portería defendida por Helton.
El «ingeniero» no sólo leyó bien el partido antes de empezar sino que también, en el transcurso del mismo. Taponó las bandas y evitó la salida de los laterales, le realizó trabajo de escalonamiento a Jackson y además, arengó constantemente a los suyos, los hizo creer.
Ahora el Málaga quiere seguir haciendo historia en Europa de la mano de Pellegrini. Esperarán el sorteo el 15 de marzo para que el profesor empiece a preparar las clases que le dictará a sus bien graduados alumnos. Ya no es por su profesión, van por el MBA.