Con el triunfo 3-2 ante el Stuttgart en el Olímpico de Berlín, el conjunto de Baviera consiguió su 16ª título de la Copa de Alemania además de un triplete de ensueño.
En un gran final, el Bayern Múnich cerró una temporada que quedará marcada en sus arcas por el resto de los tiempos, con el título de la DFB Pokal ante un Stuttgart que intentó reaccionar pero que no fue suficiente para negarle otra alegría a la plantilla dirigida por Jupp Heynckes, quien se despidió como los toreros, por la puerta grande, dándole paso ahora a Pep Guardiola el cual asumirá las riendas de este club a partir de julio próximo.
Sobre los 61 minutos los del Sur de Alemania ya ganaban por un cómodo 3-0, con tantos de Thomas Müller de penal (37’) y el doblete de Mario Gómez al 48’ y 61’. Sin dudas este resultados presagiaba una paliza sin piedad, pero por fortuna a favor del espectáculo el Stuttgart reaccionó con creces gracias a la excelente definición de Martin Harnink, el cual marcó a los 71’ y 80 minutos para poner un condimento especial a una final de estas características.
Como se preveía en la previa, el Bayern empezó a dominar las acciones con la posesión del balón y creando las chances más claras en el arranque del partido. Por su parte el Stuttgart utilizó un juego mucho más físico, apelando a las faltas y a balones parados para arrimarse al pórtico defendido por Neuer.
Arjen Robben fue determinante en el último cuarto de cancha, creando diagonales excepcionales que desbarajustaron a la zaga rival que claramente sufría las embestidas del holandés. Igualmente Ribery fue un fiel acompañante del tulipán haciendo daño por las bandas donde Alaba se sumó al portentoso ataque de los favoritos.
El primer tanto del partido llegó a los 37 minutos tras una falta sobre Lahm que el referí Manuel Grafe no dudó en pitar. Cobro Müller con categoría para darle la ventaja a los de Múnich.
Cuando apenas iniciaba el complemento la banda de Heynckes se puso 2-0 en el marcador, con un tanto de Mario Gómez que sacó tajada a un centro de Lahm. Sin dudas ese gol le dio más tranquilidad y seguridad a los campeones de la Champions, suficiente para marcar el tercero de la tarde por intermedio de Gómez una vez más.
Parecía que la historia estaba sentenciada, Stuttgart no levantaba cabeza y el tiempo se iba consumiendo velozmente a favor del Bayern. De todas formas los “Die Schwaben” reaccionaron cuando estaban pronto a recibir el cuarto, a través de un testarazo de Harnik que dejó sin chances al golero Neuer.
Nuevamente a diez del cierre, Harnik volvió a marcar luego de varios disparos seguidos que sacó en golero del seleccionado alemán. Un tiro fulminante fue suficiente para vencer a uno de los mejores arqueros del mundo y ponerle picante a esta final.
De todas formas el tiempo fue cruel con el Stuttgart, ya que por más que estos lo intentaron no fueron capaces de marcar el tercero que les hubiera dado el alargue, dejando al Bayern como el amo y señor de Alemania y Europa en esta temporada.
