El Bayern aguantó un vasto arsenal

Sufriendo más de lo presupuestado, el conjunto de Jupp Heynckes consiguió el objetivo de meterse en el selecto grupo de los ocho de la Champions League.

Previo al arranque de este encuentro, se preveía un partido fácil para el club de Baviera teniendo en cuenta el fortísimo nivel mostrando tanto en la Bundesliga como en la Champions. El Arsenal de Arsené Wenger llegaba al Allianz Arena con nada que perder y mucho que ganar, hecho que se reflejó a lo largo del partido con un cuadro inglés relajado y dispuesto a proponer.

En ese sentido llegó el primero de la noche para los londinenses, obra del corpulento Olivier Giroud, reciente fichaje de los “Gunners” apenas al minuto 3’ del pitazo enmarcado por el colegiado checo Pavel Kralovec, tras una buena pared entre Theo Walcott y Rosicky para que el galo solo tuviera que empujar la esférica al fondo de la red.

A partir de ese momento el curso de la serie tuvo un cambio psicológico importante, donde los “cañoneros” pusieron con los nervios de punta tanto a los actores del Bayern como a su público que quedó perplejo con la apertura del marcador.

Sin embargo, el conjunto germano logró dormir el partido calmando los ánimos de los británicos jugando con orden y evitando cualquier tipo de sorpresa por las bandas.

En el complemento los alemanes fueron quienes tuvieron las mejores chances de convertir, teniendo como protagonista al holandés Arjen Robben que puso contra las cuerdas en más de una oportunidad al polaco Fabianski.

Wenger realizó un par de modificaciones para evitar una mordida mortal de su rival, cambios que a la postre nunca le surgieron efecto porque el Múnich se hizo amo y señor del encuentro a pesar de no convertir.

Ya cuando el partido estaba en su punto final, el Arsenal consiguió el segundo de la noche, anotando el de la honrilla tras un lanzamiento de córner que cabeceó muy bien Laurent Koscielny al 86’.

Final de partido y clasificación rara para el todo poderoso Bayern, que llega a los cuartos de final, convirtiéndose desde ahora en uno de los firmes candidatos al alzarse con la orejona en el césped de Wimbledon, sede de la gran final.

Con la eliminación del Arsenal, la Premier se queda sin un representante en la fase de cuartos, hecho que no ocurría desde la temporada 95-96. Increíble pero cierto.