La Copa Libertadores empezaba para Colombia con la presentación de uno de los dos campeones cafeteros de la competición: Once Caldas, frente a uno de los equipos más poderosos del continente, Corinthians de Brasil; el cual militaba de local.
Los brasileros no se tomaron mucho tiempo para hacer respetar su reducto, y apenas a los 27 SEGUNDOS de juego abrieron el marcador, tras un centro-shoot desde izquierda por parte de Emerson que baño al portero José Cuadrado para la apertura del marcador.
Al minuto 26, el peruano Paolo Guerrero recibiría la tarjeta roja tras un manotazo en la cara contra el jugador Camilo Pérez tras un choque, el jugador del visitante recibiría la amarilla, mientras el local seguiría el partido con diez hombres. Tras la expulsión el partido se descontextualizó, Once Caldas trataba de acercarse sin éxito, mientras el local defendía la ventaja.
El propio autor del primer gol estrelló un balón en el travesaño al minuto 45, con esto se cerraría la primera mitad.
El segundo tiempo arrancó casi calcado al primero, la falta de orden en el equipo manizalita tras el receso, le permitió a Felipe de Almeida de golpe de cabeza poner el 2-0, ninguno de los dos equipos jugaba bien, pero Corinthians demostraba contundencia.
El cuadro colombiano parecía no encontrarse en el campo frente a un equipo inmensamente superior, y al minuto 69, el ex Atlético de Madrid, Elias, anotaría tras gran jugada colectiva el 3-0 que parecía lapidario.
A los 78 Wagner cerraría una jugada de lujo del equipo brasilero con una definición de crack tras taco de Renato Augusto, para sentenciar el 4-0 frente a un atónito Once Caldas.
Al minuto 90 Fabio Santos se fue expulsado por una agresión innecesaria e infantil, dejando a los locales con dos bajas obligadas para la vuelta. Sin embargo la ventaja parecía ser suficientemente contundente para enfrentar el partido en Manizales la próxima semana.