Desde que se confirmó la transferencia de Cristiano Ronaldo desde el Real Madrid F.C hacia la Juventus, fueron muchos los analistas deportivos que se opusieron a la transferencia bajo la premisa de que el astro portugués se desperdiciaría en un torneo que si bien tiene una historia portentosa, está muy rezagado con respecto a lo que sucede en España e Inglaterra.
Este pronóstico pareció haberse confirmado la temporada pasada cuando CR7 acostumbrado a llegar siempre a instancias definitivas de la Champions League, abandonó el torneo de la mano de un majestuoso Ajax que eliminó no sólo a la Juventus, sino también al Real Madrid. Para un jugador de la categoría de Ronaldo, triunfar en el torneo local no es suficiente.
¿Qué alternativa tienen sin embargo jugadores como Ronaldo o Neymar de volver a ligas más poderosas como la española o la inglesa después de haber firmado contratos multimillonarios con sus respectivos clubes? Muy pocas en verdad, pero el mercado de transferencias es caprichoso tanto como el corazón de los apostadores.
De acuerdo con Eurobet hay muchísimas posibilidades de que Ronaldo busque una transferencia de vuelta al fútbol inglés, no tanto al español por las dificultades que le implicaría en términos emocionales no volver al Madrid y sólo tener como posibilidad financiera real el Barcelona F.C.
La realidad es que aunque la Juventus ya se clasificó a la siguiente fase de la Champions, los apostadores no la ven como un candidato firme al título y es posible que Ronaldo deba conformarse con ver la final del torneo desde su casa, tal como sucedió en las última temporada. El mejor destino que podría tener el portugués es justamente un club como el Liverpool o el Manchester City.
La ausencia de Cristiano Ronaldo de la gala del Balón de Oro fue duramente criticada en España por diarios como El País, que aunque saben que el portugués está pasándola mal en Italia, le exigen coherencia después de haberse marchado por una oferta de dinero y según sus propias palabras para ampliar sus horizontes profesionales.
¿Qué tanto futuro tiene Cristiano Ronaldo?
Aunque el portugués es un hombre relativamente joven, tiene apenas 34 años, para un deportista de alta competición las cosas empiezan a complicarse justamente en este momento. De hecho, muchos empiezan a notar que hay una curva descendente en su rendimiento y las anotaciones son cada vez más esquivas con el hombre de la Juventus.
El factor psicológico también estaría afectando al jugador, que no está acostumbrado a ser sustituido durante los partidos claves de su equipo y que sin embargo, tuvo que aceptar con estoicismo que Dybala lo reemplazara frente al Lokomotiv por Champions y frente al Milan por la Serie A.
Volver al Madrid sería un sueño no sólo para Ronaldo, sino también para Zidane que necesita urgentemente mejorar su rendimiento, sin embargo, parece poco probable que el club merengue se embarque en nuevos gastos considerando que tiene en la banca a jugadores como James Rodríguez y Gareth Bale. No hablemos de las finanzas del club porque no andan nada bien.
Una situación incomoda para todos
A diferencia de Messi que ha sabido entender que su carrera debería terminar en el club que lo hizo grande, el Barcelona F.C, jugadores como Ronaldo y Neymar se pusieron a sí mismos en una posición complicada al marcharse de sus respectivos clubes. Bien por ego o por dinero, el portugués y el brasileño lograron conjurar una situación en la que ni los clubes, ni ellos mismos están contentos.
Hay mucho dinero y egos involucrados en este tipo de transacciones y nadie la está pasando bien. Si bien Ronaldo ha sido muchísimo más inteligente y prudente que Neymar y tiene una relación saludable con su nuevo club y su hinchada, la situación para el brasileño alcanzó un punto bajísimo debido a sus declaraciones al final de la temporada pasada.
Probablemente todos querrían tener una máquina del tiempo y escapar al aluvión de problemas que implicó para el Madrid la salida de Cristiano Ronaldo. La última temporada en blanco para los merengues fue una advertencia de lo que puede venirse para el fútbol español, que cedió su hegemonía de la última década frente a un Chelsea que vapuleó al Valencia en la Europa League y un Liverpool que destrozó al Barcelona por semifinales de la Champions.