Con anotaciones del argentino Franco Zuculini y Paco Montañes, el equipo “maño” se clasifica al cuadro de los ochos mejores de la Copa, donde se verá las caras con el siempre complicado Sevilla.
En un partido emotivo de ida y vuelta, el Real Zaragoza se impuso 2-1 ante un difícil Levante en el Estadio La Romareda, en el juego correspondiente a la vuelta de los octavos de final de la prestigiosa Copa del Rey, segundo torneo en orden de importancia en la península ibérica.
El cruce ente ambos partidos pintaba una serie emotiva, con dos equipos atravesando diferentes realidades, pero que pese a sus limitaciones, se han caracterizado por ser protagonistas de los últimos años tanto en Liga como en Copa. Y este caso no fue la excepción.
Los valencianos, conscientes de conseguir remontar como fuere lugar, salieron organizados a cubrir espacios e incomodar el medio campo de los locales, situación que generó constantes cambios de frente y centres al corazón del área en el bando de Aragón. A su vez, el Levante se resguardó muy bien en su campo, pero teniendo la virtud de atacar en el momento exacto, logrando a la postre llevar con mucha peligrosidad al arco defendido por el argentino Leo Franco.
Dicha situación tuvo un vuelto total después del gol de Zuculini a los 23 minutos de la etapa inicial. Tras una volea de Aranda desde fuera del área, el golero costarricense Navas no alcanza a controlar la esférica soltándola al corazón de esta, dándole el chance a Víctor Rodríguez para que este cabecee y mande la esférica rumbo al fondo de la red, pero para asegurar la diana, el argentino Zuculini vuelve y cabecea anotando el primer tanto de la manga.
A los 30’ por poco llega la igualdad granota, después de una pifia monumental de Paredes quien por poco incrusta el balón en su propio feudo. Desde ese momento el Zaragoza tuvo las riendas del partido, manejando los tiempos y espacios a su antojo, logrando consigo engrandecer las lagunas defensivas del Levante.
El descanso les sirvió mucho a los levantinos para tomar aire y afrontar la adversidad de la mejor manera. Dejaron a un lado tanta táctico y se dedicaron a jugar con el corazón, como bien lo hacen los pibes en los potreros de sus humildes barrios.
El destino estaba sin duda en contra para el equipo de Valencia, que vio como los “maños” anotaban el segundo cuando mejor estaban jugando y tenían sometido a estos. Tras la expulsión de Héctor Rodas tras pegarle sin piedad a Rodríguez, el Zaragoza dispuso de un tiro libre que sirvió para sentenciar la serie.
Con este triunfo, los “blanquillos” llegan una vez más a la instancia de cuartos, donde se medirán ante el Sevilla en una eliminatoria que promete mucha rivalidad y buen fútbol.