El Sharaawy, Pato y Mexés le dan los goles necesarios al rossoneri, para salir de la crisis que los agobia y seguir con paso firme en la Champions.
Una vez más, el Milan demuestra porque es considerado uno de los grandes clubes de Europa. Sin importar el bajísimo rendimiento por el que pasan varias fichas de su plantilla, hoy demostró de manera galante su status de equipo todopoderoso para doblegar a su similar del Anderlecht en Bruselas, y de paso asegurar su tiquete en la siguiente instancia, dejando al equipo belga fuera del sueño europeo, al menos el de la Liga de Campeones.
Las anotaciones de El Sharaawy, Pato y Mexés, arreglaron las cuentas del club italiano, logrando así flujo de caja para seguir nadando por aguas europeas y por qué no, dar el salto a instancias mayores en este certamen continental.
La visita supo leer el partido desde varios ángulos, encontrándole el punto débil al cuadro belga a través de la media distancia y la pegada, la cual fue letal para doblegar al portero de casa y conseguir los tres puntos que le dan la tranquilidad a los italianos de seguir en carrera europea. El Milan demostró con creces una efectividad del 100 %. En resumen, dispuso de tres opciones claras para concretar y las tres las convirtió.
Por su parte, los belgas demostraron corazón pero carecieron de astucia y malicia indígena para arreglársela y derrumbar la barrera intratable que armó el Milan férreamente.
Cerca del primer cuarto de hora, el Anderlecht tuvo su primera chance de irse en ventaja con un mano a mano que no pudo concretar Jovanovic, enredándose y perdiendo una clara opción. Los malviblancos siguieron insistiendo, mostrando un juego ofensivo fiel a su estilo, logrando incomodar a un Milan paciente pero que siempre sudó a gotas las variadas arremetidas del club belga.
Los de Allegri nunca encontraron el camino para conducir la esférica, perdiendo de manera reiterativa el balón en la medular, negándose la oportunidad de hacer brillar a jugadores desequilibrantes tales como El Shaarawy y Bojan. Así concluyo el primer capítulo con un equipo visitante seguro en el último cuarto de cancha pero con flaquezas de ahí hacia adelante; mientras que los locales siguieron insistiendo, pero sin contar con algún jugador inspirado que les abriera los caminos de la victoria.
La segunda parte mostró el poderío del Milan a través de la experiencia para resolver problemas. Prueba de ello fue la apertura del marcador, después de dos minutos de la reanudación del partido. El Shaarawy aprovechó a leguas los espacios que le brindó la zaga local, para dominar la esférica luego de un centre a media distancia y vencer la humanidad de Silvio Proto.
Esta anotación fue fundamental para que el partido tomara otro matiz. Anderlecht, tuvo que adelantar sus líneas sí o sí, pues sabían que esa derrota parcial los estaba dejando por fuera del bus de los octavos de final. Este factor hizo que el rossoneri siguiera haciendo su labor defensiva, pero muy atento a los contragolpes para sentenciar la historia y darle cristiana sepultura a su rival.
La expulsión del defensa Nuytinck en el 71, fue el principio del fin para los de casa. Ya el Anderlecht estaba replegado de la mitad de la cancha, pero dando muchísimos espacios para el contragolpe o cualquier jugada rápida por las bandas por parte de los italianos.
No pasaría más de un minuto para que llegará la pintura de la noche. Mexes se inventó una chilena de lujo desde fuera del área, para empotrar la esférica al ángulo imposible del portero, imposible de atajar para este a pesar de su valioso intento.
El de la honrilla para las “malvas” fue obra del recién ingresado De Sutter, que introdujo la esférica después de un balón conectado por Yakovenko.
Ya cuando no tenía nada que perder, el conjunto local siguió insistiendo pero ya mucho más relajado, seguramente porque ya estaba reconociendo su realidad y disfrutando del balón. Sin embargo, estaba destinado que ese no era su día, puesto que tuvo muchas chances de lograr la paridad y tras un contragolpe del Milan, recibió el tercer y último cachetazo de la noche para apagar las luces e irse a dormir. El Shaarawy hizo valer su talento físico y mental, para darle un balón a Pato y que este definiera con soltura para darle el descanso eterno al Anderlecht.
Con este resultado, el rossoneri se plantó en la segunda posición del Grupo C con 8 unidades, logrando así la clasificación a la siguiente instancia, mientras que el Anderlecht se plantó con sus 4 puntos, quedando fuera de la competición.
En el otro partido del grupo, el Zenit ruso igualó en casa con el Málaga de Pellegrini a dos tantos, en un partido que vio como los andaluces se iban por delante por dos goles de diferencia, pero que a punta de garra y lucha, los soviéticos pudieron igualar aunque quedando fuera de la competición.
Los goles para los dueños de casa fueron por medio del argentino Diego Buonanotte (8) y Seba Fernández (9). Para el Zenit descontaron Danny (49) y Victor Faizulin (86). Con este resultado, el Málaga consolidó su liderato del grupo (11 puntos) y el anticipado paso a octavos, mientras que los rusos se enterraron con cuatro unidades en el tercer lugar.
Próxima fecha: Martes 4 de diciembre: Málaga Vs. Anderlecht; Milan Vs. Zenit.