Aunque el partido tuvo un comienzo parejo, pasados los 10 minutos el crecimiento de Colombia lo hizo dominador de las principales acciones, con una notoria movilidad de Cordoba en el ataque, la tricolor se acercaba con peligro al arco defendido por el portero Diego Morel.
Cristian Bonilla, portero de Colombia, no sufrió muchas llegadas por parte de los guaraníes, que parecían basar sus ataques en los remates de fuera del área. La primera llegada clara de los paraguayos fue a los 20 minutos tras un error entre los zagueros y el portero cafetero.
Previamente Colombia también había tenido la oportunidad de abrir el marcador tras gran jugada entre Cordoba y Nieto.
A los 30 minutos de juego el partido era parejo, pero sin oportunidades claras para ninguno de los dos conjuntos, Viera y Gonzales, los que más mostraban intenciones de juego para el equipo de Paraguay.
Colombia inauguro el marcador al minuto 34, tras una lenta salida del equipo guaraní, una excelente recuperación de Perea y una gran jugada entre Quintero y Nieto, John Cordoba anotó el primer tanto del torneo.
El mismo delantero en el minuto final de la primera parte, perdió lo que hubiera significado el 2-0 para los colombianos de manera increíble, instantes después el árbitro decretó el final de la primera mitad.
En el segundo tiempo Paraguay salió con más fuerza que técnica a buscar el empate, mientras Colombia se quedaba atrás esperando el momento para contraatacar. A los 15 minutos de arrancado el segundo capítulo del juego, no se había generado ninguna opción de peligro.
En el minuto 70 el partido estaba sumido en un letargo futbolístico, aunque Colombia tenía mejores intenciones, ninguno de los dos equipos generaba jugadas de profundidad, y a los asistentes al Malvinas Argentinas se les hacía más larga la espera del partido de fondo entre Argentina y Chile.
Los paraguayos no lograban unir sus líneas, y Cecilio Domínguez y los ingresados Juan Villamayor y Brian Montenegro, no tenían a nadie que les surtiera balones y terminaban ahogados en la mitad del área rival. La oportunidad más clara de los guaraníes vino en el minuto 80 donde tras un pelotazo al área los delanteros lograron rematar dos veces con claridad, afortunadamente ambos remates pegaron en cada uno de los verticales del arco protegido por Bonilla.
Al compás de centros y balones detenidos, Paraguay le devolvió la emoción al partido, generando varias oportunidades que no terminaron en nada. El despertar de los paraguayos fue como un cachetazo para los colombianos que reaccionaron generando tímidas llegadas en los contragolpes que dejaba un Paraguay jugado al ataque.
En esta tónica de oportunidades perdidas y poco dominio de balón, terminó un regular partido, coherente con el tiempo de trabajo de las dos escuadras, para Colombia el triunfo es importante, pues siempre es mejor corregir los errores con tres puntos en el bolsillo.