#ElDato: Lionel Messi acumuló su tercera final perdida con la selección argentina de mayores.
Por penales, Chile se consagró campeón de la Copa América por primera vez en su historia. Después de 99 años ‘La Rojita’ se vistió de gloria y prolongó la agonía albiceleste. Otro título que se le escapa a Argentina.
El estadio Nacional de Santiago se vistió de gala para albergar esta gran Final. En las tribunas una extasiada marea roja soñaba con finalizar la “maldición” y coronarse por primera vez.
Chile organizó la fiesta y no quería quedarse por fuera de la celebración, eso estaba más que claro. Pero en frente tenía a una encopetada selección argentina, con sed de revancha después del Mundial y con la ilusión de culminar la sequía de 22 años sin levantar un trofeo. El espectáculo estaba garantizado, un duelo a muerte por alcanzar la inmortalidad.
Desde el vamos, los locales salieron a devorarse la cancha y a responderle a su gente. Un enérgico seleccionado de Sampaoli se fue apoderando de la pelota e intentando asumir las riendas de un disputado encuentro, donde nadie quería ceder un centímetro. Con el correr de los minutos Argentina se fue acomodando en la cancha y con salidas rápidas, dejando todo en mano de sus individualidades, intentó lastimar a su rival.
Realmente fue más lo que se batalló, que lo que se jugó. El fútbol físico prevaleció sobre el juego vistoso, las fricciones se hicieron protagonistas por momentos y Ángel Di María tuvo que salir por problemas musculares (Al igual que en la final de Brasil 2014).
Ese fue el libreto que prevaleció durante los 90 minutos de juego, 22 gladiadores luchando hombro a hombre cada balón, mientras sus entrenadores movían sus fichas pretendiendo desequilibrar la balanza. Pero sin arriesgar mucho, Higuaín pudo enmudecer el estadio y vestirse de héroe en el último suspiro, pero falló. Razón por la que hubo que jugar tiempo extra.
El alargue desnudó el cansancio de los jugadores que evidenciaban más ganas y amor propio que fútbol. El juego se hizo de poco trámite y cortado, los penales parecían algo inminente.
Todo se definió desde los 12 pasos. Donde Bravo se puso la capa de súper man y con frialdad Alexis Sánchez la pinchó con clase, haciendo venir el estadio abajo. Jubilo austral y agonía gaucha.
Sebastián García Barreto. @sgarciabarreto