Celebremos, no destruyamos

A veces me impresiona lo pesimistas que podemos llegar a ser los colombianos. Hace unas semanas un estudio reveló que Colombia era el país más feliz del mundo. Muchas personas, nacidas en esta tierra, salieron a decir que dejáramos de ser ilusos, que no éramos los más felices y que por el contrario, somos los más ignorantes por “creer semejante barbaridad”.
Realmente fueron comentarios que me afectaron. Lo que pasa es que yo sí me siento orgulloso de ser colombiano, de nacer en el Valle, criarme en el Cauca y vivir en Bogotá.

El ser colombiano me agranda el corazón y me acelera el pulso. No se lo niego a nadie, aquí nací, crecí, me formé y encontré una gran pasión, el fútbol. Uno de las cosas que más me enorgullece de ser colombiano. El fútbol me hace feliz, y más si se consiguen los resultados que ha logrado la selección sub 20.

Pero igual, no faltan los fatalistas, esos que a pesar de conseguir el objetivo, quieren hacer ver que todo está mal. Son los mismos que desde ya, están presagiando el “papelón” que en Turquía va hacer la selección. Unos sacan pecho, y con micrófono en mano, aseguran que la clasificación no es otra cosa que obra de una casualidad. Que la selección es un equipo pobre y que se contó con suerte.

Sí, hay cosas por decir. Es cierto que esta no es la mejor versión del equipo. Es verdad que existen muchas falencias en varios sectores del campo, para mí, las más grave es la zona de recuperación. En el juego aéreo hay problemas, los centros cruzados hacen mucho daño. Son cosas que no se pueden negar y que se deben corregir.

Sin embargo, eso no hace que Colombia sea inferior al reto que consiguió. Las fallas que ha dejado ver no son irreparables. Aún quedan varios meses para trabajar en esos aspectos y llegar bien preparados a la cita orbital.

La selección tiene jugadores que son técnicos y que desequilibran en cualquier momento. En el sudamericano ha mostrado pasajes de buen juego y, sin duda, tiene en Juan Fernando Quintero un gran baluarte.

El pesimismo es un mal propio que no debe ser contagiado, pero aquí se trata por todo lado. Y así como existen personas que se dejan contagiar por ese pesimismo, también hay quienes ven las cosas desde otra óptica. Yo trato de ser uno de ellos.

No niego las falencias que tiene la Selección sub 20, pero también sé que tiene muchas virtudes y son esas las que hoy nos tienen en un nuevo mundial. Celebremos el logro obtenido y no destruyamos esa sensación de felicidad que produce saber que somos parte de la elite del fútbol en la categoría Sub 20. Y si el camino no se tuerce, también en la selección de mayores.

¡Salud! Por la clasificación a la Copa Mundial Sub-20 Turquía 2013.

@hagacu