El Olympiacos de Grecia quedó campeón de la liga éste fin de semana bajo unas extrañas circunstancias que seguramente quedarán en la historia del fútbol europeo.
Los dirigidos por el español Míchel aseguraron el campeonato matemáticamente a falta de 5 jornadas para la finalización de la liga. Olympiacos venció al Panthrakikos por dos goles gracias al paraguayo Valdez y Fuster.
El conjunto ateniense logró su cuarto título consecutivo y el campeonato doméstico número 41 que desde ahora estará en sus vitrinas.
Sin embargo, el hecho curioso fue que el Olympiacos no pudo celebrar el título con su afición pues se coronó campeón sin público en su estadio, el Georgios Karaiskakis, por el mal comportamiento de sus seguidores al lanzar objetos al terreno hace dos semanas en el clásico frente al Panathinaikos.
Míchel llegó al Olympiacos en el 2013 tras ser destituido del Sevilla. Ese año consiguió también la Copa y la Liga aunque ya llevaba una ventaja de 15 puntos cuando llegó.
En la presente temporada y su segundo en Grecia, sentenció la liga en la jornada 29 de 34 en total. Ha ganado 25 partidos y sólo suma dos empates y dos derrotas.
Además, está clasificado para las semifinales de Copa y en la Champions League, enfrentará al Manchster United con una ventaja de 2-0 conseguida en el partido de ida por los octavos de final.
Los números avalan al técnico español que se refirió al equipo dónde se dio a conocer en su país. El Real Madrid lo catapultó como jugador y ahora, Míchel, esta segur´que lo dirigirá en algún momento.
“Con Florentino Pérez no he tenido ningún problema. Algún día me llegará la oportunidad y entrenaré al Real Madrid. Mientras tanto, seguiré trabajando y aprendiendo. Estoy convencido que no me voy a morir sin haber entrenado al Real Madrid”, aseguró Míchel sobre su futuro con el conjunto blanco.