Martín Palermo el histórico goleador de Boca Juniors volvía a la Bombonera, esta vez como director técnico de Arsenal de Sarandí. El conjunto de Carlos Bianchi buscaba mejorar la pobre imagen dejada en su último encuentro.
El cuadro local se apropió del dominio del partido desde el principio y los cambios en la nómina titular parecían darle un nuevo aire al juego de Boca. Al primer minuto de juego el Pichi Erbes abriría el marcador para el Xeneize con una hermosa vaselina por encima de la humanidad de Campestrini.
Mariano Echeverría haría renovar las dudas en los hinchas de Boca al minuto 17 con el empate de Arsenal, el tanto vino tras un rebote en el área bien aprovechado por el defensor que de volea venció a Agustín Orión. En el tiempo de descuento de la primera mitad, Juan Román Riquelme pondría de pena máxima el 2-1 para los locales.
En la segunda mitad Boca continuó demostrando su superioridad frente a la preocupante campaña del conjunto de Sarandí que se ubicaba último en la tabla de posiciones del torneo. Al minuto 55 Nicolás Colazo aprovechó una gran jugada de Insúa y un rebote otorgado por Campestrini para poner de cabeza el 3-1.
Al minuto 85 nuevamente se cobraría un penal a favor del local, con Riquelme fuera del campo de juego el encargado en esta oportunidad de cambiarlo por gol fue Emanuel Gigliotti, el goleador dejaba así una sequía de gol que lo tenía en el ojo de la tormenta y llegaba a su quinta anotación en el torneo.
En los minutos finales un pelotazo al área Xeneize y una mala salida de Agustín Orión le permitieron a Julio Furch anotar el descuento para el 4-2 definitivo. Con este resultado Boca volvió a mostrar un juego contundente que hace mucho no tenía, el conjunto visitante siguió hundiéndose en el fondo de la tabla y piensa solamente en la Copa Libertadores donde le espera un difícil partido de vuelta.