Un clásico de dos grandes sumidos en una profunda crisis de resultados se vivía en la tarde del sábado por el Torneo Final de Argentina. El Estudiantes de Mauricio Pellegrino, ubicado en la última posición de la tabla de posiciones, recibía al inexpresivo Boca Juniors de Carlos Bianchi, que a pesar de estar en octavos de la Libertadores no ha logrado convencer en el certamen local.
El partido desde el inicio se mostró como un reflejo de la situación actual de ambos conjuntos, un encuentro aburrido lleno de imprecisiones y carente de llegadas a gol fue el brindado por estos dos equipos de enorme historia en el futbol gaucho. La media cancha se convirtió en el escenario de un cotejo que no brindaba nada para el espectáculo.
A los 30 minutos de juego se dio la primera y única llegada clara a gol del primer tiempo por intermedio de Santiago Silva, quien remató de cabeza un gran centro de Sánchez Miño encontrando las manos del portero Gerónimo Rulli quien atajó de manera memorable.
Boca salió al segundo tiempo con todo por la victoria convirtiendo en figura a Rulli; sin embargo al minuto 60 Maxi Nuñez aprovecharía un rebote cedido por Agustín Orión para poner el 1-0 a favor del local terminando con una racha de 4 partidos y medio sin goles a favor para el pincha rata.
Un desesperado Carlos Bianchi dio ingresó a Paredes, Bravo y Ledesma un minuto después del tanto de Estudiantes, una movida que le ayudó al Xeneize a mantener el dominio y acercarse cada vez más al arco rival.
Al final ninguno de los dos equipos logró modificar el marcador a pesar de que Jara tuvo la oportunidad de aumentar para Estudiantes tras groso error de Magallán. Boca llegó a 10 partidos sin conseguir una victoria en el torneo local (igualando su peor registro histórico) mientras que el pincha rata celebró su primer triunfo en dicho certamen, a pesar de esto, la crisis sigue para los dos conjuntos de los cuales siempre se espera más.
