Tercer partido entre Boca y Newell’s en una semana, tras la goleada proporcionada por los de Rosario el domingo por el campeonato local, los de Bianchi buscaban retaliación en la copa Libertadores. En el partido de ida jugado en la Bombonera empataron a cero, en el coloso Marcelo Bielsa los dos conjuntos buscarían el paso a semifinales de la competencia.
El control del partido fue asumido desde el comienzo con una gran dosis de paciencia por el conjunto de Tata Martino, Boca tenía poco contacto con el balón esperando para de contra golpe dar la estocada.
Pasados los 30 minutos el partido se tornaba monótono y las emociones eran reducidas para los hinchas de ambos equipos, Newell’s seguía dominando, pero Boca parecía administrar con más eficiencia sus pocos minutos con la pelota.
A los 7 minutos del segundo tiempo, el delantero Xeneize Nicolás Blandi, tuvo la apertura del marcador, pero el defensor de la lepra, Casco, la sacó en la línea impidiendo el gol visitante. Boca empezaba mejor el segundo tiempo que su rival y al minuto 56 Blandi estrelló un cabezazo en el palo a centro de Riquelme. Un minuto después se fue expulsado Clemente rodríguez por reclamos airados hacia el juez Delfino tras recibir una tarjeta amarilla.
Bianchi que sólo había puesto un delantero en cancha (Nicolás Blandi), lo sacó para dar ingreso al defensor Nahuel Zarate evidentemente buscando mantener el resultado en busca de los penales. La táctica resultó tan bien que el entrenador Xeneize festejó el pitazo final de Delfino que indicaba que el partido se resolvería por dicho medio.
Empezó pateando Boca y el portero Guzmán le atajó el remate nada más y nada menos que a Juan Román Riquelme. Los siguientes 6 remates fueron anotados, pero el remate de Cáceres para Newell’s fue errado para dejar la serie 3-3 con 4 penales cobrados para cada bando. La tranquilidad volvió para Newell’s con el 5to remate xeneize que fue desperdiciado por Carusso, sin embargo el siguiente penal de los locales fue atajado por Orión llevando la serie a muerte súbita.
En la muerte súbita pasó de todo, penales con suspenso y errados, atajadas, cobros repetidos, etc… Cuando la serié iba 9-9 el Burrito Martínez malogró su segundo cobro de la noche dándole la oportunidad de cerrar el partido a Maxi Rodríguez, el experimentado jugador no tuvo problemas acertando su cobro, dándole la clasificación a los Rosarinos.