Bilbao gana en San Mamés y resucita en la Liga

En un partido emotivo, los vascos sacan tres puntos de vida, tras resistir las constantes embestidas del Sevilla en la segunda parte.

El conjunto de Marcelo Bielsa derrota 2-1 al Sevilla de Míchel en San Mamés, aguantando al equipo nervión volcado al ataque, para ganar confianza de cara a los próximos partidos ligueros y a la Liga de Europa, donde venían de perder el jueves pasado quedando casi por fuera de este certamen continental.

Con goles de De Marcos (26) y Susaeta (45+1), al equipo bilbaíno le alcanzó para quedarse con la victoria en un primer tiempo de mucha calidad, y por el contrario un complemento sufrido a causa del excelente dominio del Sevilla especialmente por las bandas a través de un Reyes y Navas inspirados.

Con este triunfo, el Athletic resucita en la tabla, pasando de puestos próximos al descenso a ubicarse temporalmente duodécimo, a la espera de la conclusión de la jornada liguera en su 11ª fecha. Por el contrario, el conjunto andaluz de gran inicio de temporada, se estanca en el ecuador de la Liga con 15 unidades, aunque muy próximo de los puestos continentales.

Ya una vez iniciado el partido, los locales tuvieron la primera opción de anotar a los 11 segundos de compromiso por medio de Aduriz. El centro delantero remató con potencia pero no logró ubicar la esférica cerca de los tres palos para vencer al siempre atento Palop. Esta jugada, acompañada de una serie de seguidillas por bando, presagiada el emotivo partido que se vería en la Catedral.

Para resaltar, el desastroso partido de Aurtenetxe, quien cometió reiterados errores en a zaga y todo el partido sufrió para marcar a un inspirado Navas por la banda derecha.

A los ochos de la inicial, Aduriz tuvo otra oportunidad de anotar, después de inventarse una genial volea tras pase de cabeza de De Marcos. La historia pactaba un claro dominio de los leones y un Sevilla contra las cuerdas.

Fue así como sobre los 27, el Bilbao rompería las redes contrarias a través de De Marcos, jugador de destacada actuación de la primera parte. La anotación fue algo casual, inexplicable tras un toque sutil a centro de Aurtenetxe, dejando a Palop sin fundamentos de salvar a su equipo.

A partir de ahí, los de Bielsa produjeron continuas ráfagas de cabeza, aprovechando la baja talla de los zagueros sevillistas. Tanta fue la insistencia que sobre el tiempo de descuento, los bilbaínos lograron el segundo tanto de la tarde-noche en el País Vasco.

Sería entonces Susaeta el hombre que prendiera la fiesta en La Catedral. Amobarieta despeja el balón con gran precisión para que Aduriz roce la esférica y esta caiga a pies de Susaeta, quien remata a toda la humanidad de Palop, teniendo la fortuna de que la pelota de rebote y se empalme dentro del pórtico dejando sin opción alguna al golero a pesar de su esfuerzo por sacarla por segunda vez.

El descanso fue el momento preciso para que el Sevilla cuajara fichas y se refrescara. Míchel, sin pensarlo dos veces, pasara a jugar con un 4-4-2, ingresando a Diawara y posicionando a Reyes para ganar posesión de balón.

Transcurridos los primeros 15 minutos del complemento, el Sevilla fue el amo y señor del partido. Ganó en posesión de balón, manejo los tiempos del compromiso y siempre arriesgo más que un Bilbao aplicando la teoría defensiva italiana, algo inusual en los equipos de Bielsa.

Sin lugar a dudas, las manos fueron el peor remedio para los locales. Ander Herrera vio la segunda amarilla, luego de golpear la redonda en una de sus brazos. Este fue a groso modo, el mejor momento de los palanganas, pues consiguieron más espacios a pesar del basto cerrojo que construyó el Athletic.

Irazoz empezó entonces hacer determinante para evitar un descuento del cuadro visitante. Pero la desgracia estaba por aparecer a los vascos. Otra mano sería la juez de los bilbaínos y esta vez se la iría a cobrar con un penalti. Cobró Negredo con solvencia para engañar al guardameta y colocar los cosas 2-1 a los 78.

A partir de ahí el encuentro fue un absoluto monólogo para el Sevilla. Prueba de ellos fueron las innumerables atajadas del golero local y los contantes despejes de la zaga leona.

Claramente se percibía a un Bielsa desesperado, ya que como ha sucedido desde su llegada a tierras ibéricas, siempre su equipo ha sufrido a la hora de mantener resultados. Sevilla lo intento por todos lados, de todas las maneras y a través de un juego colectivo e individual. Las cosas no se les dieron. Navas fue indiscutiblemente la figura de la cancha, abusando siempre de velocidad y movimiento de culebra para arremeter a los zagueros.

Pitó el colegiado Alejandro Hernández y los estadillos de la afición no se hicieron esperar. El Bilbao volvió a ganar y espera seguir en este ritmo para despejar las diversas dudas que ha generado a los siempre difíciles hinchas vascos.

Próxima fecha: Sevilla Vs. Betis – Real Morid Vs. Bilbao.