#ElDato: Los bávaros consiguieron su sexta Champions League e igualaron en el tercer puesto al Liverpool como los máximos ganadores del torneo más importante a nivel de clubes. Milan (7), Real Madrid (13).
Ojala que todas las finales fueron como estos primeros 45 minutos en el Estadio Da Luz, no hubo goles pero hubo emociones por doquier, la intensidad, ritmo y por momentos el ida y vuelta (golpe por golpe) fue el denominador común del juego.
El Bayern Munich se apegó a su libreto a pesar del rival, presionando alto, prácticamente asfixiando, domino en el arranque y en el final, pero le faltó lo que le venía sobrando, la definición. PSG incomodó y generó peligro apostando a la recuperación con transiciones rápidas lanzando pelotas al vacío y a las espalda de los defensores bávaros, pero también carecieron de pegada. Neuer y Keylor estuvieron a la altura cuando fueron llamados a aparecer.
El comienzo del ST tuvo un ritmo más lento, era lógico que no pudieran mantener el vértigo, pero así y todo, los bávaros salieron a tomar las riendas del juego, lo hicieron y mandaron ampliamente, mientras que los parisinos aguantaban como podían y se encomendaron a algún contragolpe salvador, pero cada vez veían el arco rival más lejos.
Al 59, llegó el merecido gol (GOLAZO) para el conjunto de Hans Flick, y lo marcó nada más y nada menos que Kingsley Coman, que arrancó la final en el once titular a pesar de haber sido suplente en los partidos anteriores, sino que además valido la famosa ley del ex.
Triunfo el CONJUNTO por encima de las individualidades, triunfo el mejor equipo de la competencia por lejos y triunfo el FÚTBOL TOTAL.