El conjunto culé bailó de pies a cabeza a su rival de patío, en un Derbi exageradamente desigual.
Comienza el año con otro buffet para el conjunto del F.C Barcelona, después de golear sin piedad a un Espanyol con muchas ganas pero abordado de muchas flaquezas que se vieron contundentemente en el “Clásico” de Cataluña, que a decir verdad, no tuvo nada de este por la elevada supremacía de la Masia.
Ya en la media hora de partido los “culés” vencían por cuatro goles de diferencia a los “pericos” que por suerte para estos, la ventaja se mantuvo así hasta el final del compromiso.
Nuevamente el juego colectivo y la pronta recuperación de la pelota fueron las armas que utilizó a su merced el equipo de Tito Vilanova, para frenar a su rival y de paso jugar a su gusto por todo el terreno de juego.
Aburrido para los que gustan de partidos equilibrados y divertido para quienes se deleitan con el buen fútbol, entendiendo este deporte como el arte de vencer rivales usando el arma más adecuada: el balón y manejando los espacios de forma concreta dependiendo de los movimientos tácticos del rival y las condiciones de juego.
Los blaugranas tocaron y tocaron volviendo loca a la zaga “perica” que nunca supo como retener los pases que iban y venían de parte de todos los soldados de Unicef. Cada escuadrilla se movía de acuerdo a sus intenciones dejando libertad absoluta a defensas, volantes de recuperación y de marca y a los delanteros, hacer su tarea pero también proponiendo juego, es decir, ninguno tenía posición fija sino que cada uno iba ocupando espacios absueltos uy así sucesivamente.
Messi, Fabregas, Pedro e Iniesta fueron un dolor de cabeza, ya que cada uno jugó la ciento por ciento y cumplió sus tareas agregándole mayor juego en ataque, recuperación de la pelota y ocupando espacios como en aquellas noches heroicas que han consolidado Al Barcelona tanto EN Europa como en el mundo.
La apertura del marcador fue producto del trabajo semanal y del estilo de los azulgranas, reflejándose en el adelantamiento común que desarrolla Piqué pasando de central a atacante. El espigado marcador metió un pase en diagonal por el suelo que recaló a pies del “cerebro” Andrés Iniesta, quien fiel a su estilo y a sus increíbles dotes, corrió por la banda izquierda para asistir con la misma fórmula a un desmarcado Xavi que recibió y metió la esférica al fondo de la red. Corría a penas el minuto 10 de partido.
El segundo de la noche llegaría cinco minutos después con una jugada bastante parecida al primer tanto. De nuevo la pintura culé partiría desde en el último cuarto de cancha desde el medio campo, donde Pedro formalizó un pase perfecto para Fábregas, el cual se inventó un jugadón para desmarcarse de rivales y devolverle el favor al canario quien solamente disparó con precisión y venció a Francisco Casilla.
Con la ventaja de dos goles, los líderes de la Liga siguieron azotando al Espanyol en reiteradas oportunidades hasta que consiguieron el tercero de la noche obra de “Pedrito”.
Corría el minuto 26 de partido y el Barcelona en un jugada de muchos toques, prendió el motor para acabar con las marcas rivales gracias a un pase de lujo que le hizo Sergio Busquets a Pedro, el cual siguió la ruta el balón para perfilarse y sentenciar al guardameta perico con un tiro potente aéreo y al ángulo.
La golpiza del Barcelona terminó a la perfección. Un minuto después del tercero, Cesc es derribado en el área luego de un tremendo error defensivo. Cobró Messi a ras del piso y al ángulo, engañando por completo a Casilla. Vigésimo séptimo gol del argentino que sigue en busca de romper su propio récord de 50 goles en Liga.
El complemento fue simplemente de trámite. Es más, el Espanyol salió con una cara 360° diferente, que consiguió en ciertos momentos poner en aprietos al Barcelona. De todas formas no le alcanzó para descontar pero al meno si para no ser más humillado ante su acérrimo rival histórico.
Por fuera de lugar, Pedro no pudo completar el soñado Hat-trick con la elástica del Barca y Messi clavó la pelota en todo el vértice vía tiro libre. De todas formas ya todo estaba dicho, Messi seguiría siendo el actual goleador de la Liga con notable diferencia, su equipo en lo más alto del campeonato y el Espanyol quedaría en zona roja de descenso con 15 unidades, ubicándose a 37 puntos del Barcelona es solo 18 fechas jugadas.
Solo Christian Stuani pudo hacer el del descuento para los azulones, luego de presionar a Gerard Piqué que se equivocó de manera monumental devolviendo un pase exageradamente corto a Valdés. El centro delantero corrió a gran velocidad pero al parecer “el ñino de la selva” lo intimidó y efectivamente el jugador incrustó el balón en la humanidad del arquero que definitivamente sigue siendo fundamental cuando su equipo lo necesita.
Próxima fecha: Espanyol Vs. Celta de Vigo; Málaga Vs. Barcelona.