Una vez más, el colchonero demuestra que está en condiciones de pelearle la Liga a un increíble Barcelona, haciéndose muy fuerte en condición de local, donde ha obtenido el cien por ciento de los puntos posibles.
Luces, cámaras, acción. El Atlético salió con todo su potencial al césped del templo colchonero a buscar una nueva victoria que le posibilitara seguir soñando con la tan anhelada Liga, la cual no consigue hace 16 años, época en la que Diego Pablo Simeone defendía los colores del equipo rojiblanco siendo protagonista de batallas épicas y de ensueño.
Acostumbrado a un juego pragmático, mostrando en millares de oportunidades extrema consistencia, garra a la uruguaya y un salto de calidad contundente gracias a la imperiosa labor de varias de sus piezas, el rojiblanco hizo valer esta filosofía de juego ante un Sevilla que nunca se vio metido en el partido y que quedó muy lejos del nivel mostrado hace una semana, en el clásico ante el Real Betis, donde lograron contacto con el firmamento en una noche para el recuerdo.
Los primeros momentos de partidos fueron de ida y vuelta, con dos grupos compactos y siempre atentos para recuperar la esférica, dejando pensar poco y nada a su rival. El resultado fue un partido en su primer cuarto de hora con poquísimas llegadas por bando, siendo los ambos goleros fieles espectadores de un juego disputado en la olla del gramado.
En el minuto 19 el partido se partiría en dos, tal cual ocurrió desde el nacimiento de Jesucristo para los creyentes católicos, abriendo cambios robustos e inevitables para el espectáculo vivido a orillas del Río Manzanares. La contienda se disputada en área de Nervión, cuando de forma fugaz, Falcao recibió un pase aéreo con clase, parándolo con soltura y exprimiéndolo sobre las 5.50, donde Koke se disponía ya a patear e inmediatamente este sería tocado por Fazio. El colegiado no dudó en sentenciar la falta dentro del área y de paso expulsar a central sevillista. Cobró Falcao fuerte al medio y arriba para vencer al ataja penales Palop. 1-0 y el Calderón a reventar. Además, fue el gol 50 del samario en 63 salidas oficiales con la elástica madrileña.
A partir de ahí, el local sería un tromba frente a un débil Sevilla que nunca se pudo parar entre las cenizas y mostrar la calidad que posee cuando quiere. Ahora bien, las cosas para los de Míchel estaban por debajo de las expectativas. Uno de sus pilares del área, el internacional Álvaro Negredo, no pudo asistir a la contienda por una lesión muscular y Jesús Navas, siempre desequilibrante por la banda, nunca se encontró en el partido. Y para terminar la ñapa: Fazio es expulsado para completar con perlas una faena para el olvido, que con el paso del tiempo se convirtió más bien en una balacera sin salida.
El segundo de la noche madrileña vino a través de un contragolpe bien galopeado por los hombres del “Cholo”. Tino Costa, Falcao y el otomano Turán hicieron se triangularon para engañar a los zagueros andaluces y poder sacarle provecho al voraz contragolpe que nació desde el primer cuarto de cancha. Así las cosas, Tino Costa, de excelente rendimiento prefirió asistir a Arda Turán, quien ni corto ni perezoso tuvo todo el tiempo para pensar y enviar la esférica a la olla, siendo esta interceptada involuntariamente por Spahic, que la metió en sus propias redes para poner la historia 2-0 en 39 minutos de partido.
Y esto no sería todo. El paquete completo llegaría 4 minutos más tarde, por medio de Jorge Resurrección “Koke” que empotraría la esférica al fondo de la red, después de una formidable habilitación del brasileño Diego Costa. Final de partido para un partido en su ecuador, con un conjunto hambriento de cosas grandes y otros confundido y deprimido por las circunstancias adversas que vivió a lo largo de este tiempo infernal.
Simeone, que se mostró preocupado por el juego que suele mostrar el Sevilla por las bandas antes del partido, tuvo la suerte de encontrarse con unos jugadores que parecieron extras de la película dejando su protagonismo para otra ocasión.
El complemento fue simplemente tiempo muerto, puesto que el Sevilla intentó en un par de jugadas hacer daño, pero nunca logró su cometido. Mientras tanto, los de casa siguieron con su línea combatible, luchando cada pelota, pero no tuvieron la misma chispa adecuada que se necesita para doblegar en dos vidas de partido a un contrincante de los pergaminos del Sevilla.
Ya para el final, el Atlético tuvo la cuarta degustación del acto, por medio de un gol de Joao Miranda tras un remate de media distancia de Diego Costa que Palop dio rebote, para que Arda se anticipara y habilitara al brasileño.
Para destacar la enorme actuación de Gabi y Koke, siendo el primero de estos el cerebro del equipo rojiblanco, marcando los tiempos y asociándose en los momentos justos para desacomodar esquemas defensivos y lograr huecos que en este tipo de compromisos son difíciles de divisar; y Koke, que pesa a su juventud, sigue demostrando enorme calidad, siendo hoy por hoy, uno de los indiscutibles en este Atleti que pinta para grandes cosas en este temporada.
Próxima fecha: Real Madrid Vs. Atlético de Madrid; Sevilla Vs. Valladolid.
