En otra demostración de falta de ideas futbolísticas, Argentina cayó ante un Paraguay que mostró mucho más que en su debut.
El partido de Argentina comenzó igual que en su debut, con dominio del balón pero poca claridad ofensiva; así, pasados los primeros 20 minutos se empezó a ver muy poco fútbol de parte de Argentina y muy tímidas llegadas de los paraguayos, quienes tampoco mostraban mucho más de lo exhibido frente a Colombia.
Lanzini, quien habría salido disgustado en el primer partido de Argentina, no fue incluido entre los titulares para este, por ende, Alan Ruiz quedó como armador en soledad sin generar mejores resultado. Pasado el minuto 30 el partido mostraba muy poco nivel de juego por parte de los dos conjuntos.
A tropezones comenzó a generar peligro la escuadra guaraní, pero su falta de profundidad, sumada a las constantes indecisiones en la definición por parte de Argentina, parecían conspirar para terminar en ceros la primera mitad. Sin embargo, en una jugada fortuita y tras un remate de fuera del área que rebotó en un defensa de Paraguay, Vietto por fin encontró el gol para Argentina a los 37 minutos.
Contrario a lo que se podría pensar, el gol no mejoró el juego de los argentinos, de hecho en los minutos finales el equipo paraguayo dominó las acciones, aunque no pudo igualar el marcador antes del descanso.
El segundo tiempo empezó con una Argentina más ofensiva pero fue Paraguay quien tuvo la más clara, con un mano a mano que terminó golpeando en el vertical tras el remate de Brian Montenegro sobre el minuto 53. Pero la paz no llegaría para los locales, pues el ingresado Derlis González al minuto 60 puso el marcador 1-1 tras centro del propio Montenegro.
Y no sería el final de la pesadilla para los locales, pues aprovechando la fragilidad de la defensa gaucha, Domínguez con mucho tiempo para definir, anotó la segunda diana para los paraguayos tan solo ocho minutos después del gol del empate.
Tres minutos más tarde pudo llegar el tercero para los visitantes, pero la gran actuación del portero Walter Benítez les dio un respiro a los argentinos que no se encontraban en el partido.
Los minutos finales del partido transcurrieron con una Argentina desesperada por encontrar el empate y un Paraguay que pudo anotar el tercero de contragolpe. Al final el 2-1 sería definitivo y el equipo argentino volvió a defraudar a su público, quedando en una posición comprometedora de cara a la clasificación para la fase final del torneo.
