Andrés Perales tiene 83 años y pasa la cuarentena en un estadio de fútbol

#ElDato: Los Malaguistas actualmente militan en la Segunda Division del fútbol español.

Perales, que fue chofer, conserje, jardinero, vigilante, delegado y hasta masajista, en estos días de aislamiento comparte en su hogar con su hijo menor, pero con la salvedad que la vivienda está en el interior de las instalaciones del estadio del Málaga.

Andrés Perales tiene 83 años y como la mayoría de los españoles debe cumplir con el confinamiento para prevenir el aumento del brote del COVID-19 y si bien, la medida es necesaria y crucial en estos momentos, para muchos la falta de espacio dentro de sus hogares es la principal dificultad para tratar llevar una vida normal.

No es el caso de este jubilado, que tiene espacio de sobra y hasta se aburre por tener tanto espacio libre, nada más y nada menos porque vive en La Rosaleda, el estadio del Málaga con capacidad para 30.000 personas. Este curioso personaje llegó al club en 1966, no se fue más y desde ese momento cumplió varios roles en la institución.

Fue chofer oficial del primer equipo durante 25 años, jardinero, conserje, delegado de campo, vigilante de seguridad e incluso masajista, y hace 54 años vive en una casa sin número ubicada en el Paseo de Matiricos, que se encuentra en el anexo del estadio a metros de la puerta 18, que lleva su nombre.

Allí, cerca de  la puerta de entrada de vehículos que acceden al recinto, crió junto a su esposa Antonia a sus siete hijos: Paco, Koki, Conchi, Kike, Lola, Mónica y Andy, que además de vivir con su padre, es empleado del club por lo que se han convertido en los fieles guardianes de La Rosaleda desamparada en este tiempo de alerta sanitaria.

“Lo llevamos bastante bien, imaginamos que al tener tanto espacio es un punto positivo. Somos afortunados dentro del confinamiento, poderlo hacer en un lugar privilegiado. Mis hermanas y yo participamos en la desinfección del estadio, ¡es la limpieza de nuestra casa a lo grande!”, explicó el propio Andrés sobre el “encierro en casa” en una entrevista concedida a los medios oficiales del Málaga.

Y además, se refirió al el estadio vacio en estos días de no fútbol por el COVID-19: “Sí impresiona, pero ya estamos a acostumbrados un poco a los días de fiesta y vacaciones cuando apenas hay nadie”.