El conjunto escarlata derrotó 2-1 a U. de Popayán en el Pascual, ubicándose segundo en el Grupo B de los cuadrangulares del Torneo Postobón II.
Los escarlatas sabían lo que significaba este partido. Simplemente tenían una única opción: Ganar o ganar. El empate no era válido, pues los dejaría muy lejos de Alianza Petrolera, equipo que ha cumplido con creces y que ya suma tres victorias en línea, consiguiendo un puntaje ideal.
El problema radicaba en que U. de Popayán tenía el mismo fin. Perder lo comprometería en miras de conseguir el tiquete a la final de este segundo semestre. Todo el esfuerzo del año, y en especial de la temporada, se condensaría en gran medida en esta contienda mortal.
Este fue la razón para ver un partido de gran envergadura. Ambos mostraron sus garras y procuraron esconder sus heridas. La mechita escogió el camino ofensivo, adelantando sus líneas y deliberando funciones a cada uno de sus gladiadores.
Por su parte, los visitantes eligieron replegarse, controlando así a su rival y también jugaron al contragolpe, usando medidamente ráfagas que intentaran herir el orgullo rojo.
La primer arremetida en la arena fue para los diablos rojos. Yamilson Rivera cobró un tire libre con mucha picardía probando los reflejos del cuida palos Ramos, sobre los 12 minutos.
Después volvió a lucirse el arquero payanés para convertirse poco a poco, en el gran protagonista de la gala futbolera. Para resaltar, las dos atajadas que le atajó a Julián Lalinde; la primera, un cabezazo y la segunda, un zurdazo venenoso al ras de la tierra despejado por Ramos al mejor estilo de la araña negra.
Sin embargo, el cancerbero de gran actuación, se equivocó en el momento menos indicado. Tras un córner cabeceado por Carabalí, Ramos despejó incorrectamente colocando el balón sobre el borde de las 5 con 50, para que Hurtado incrustara la esférica al fondo de la portería a los 29 minutos.
Poco duraría la felicidad para los americanos. Diez minutos después, llegaría la igualdad para los payaneses. En una jugada iniciada por la banda izquierda, Duván Zapata transportó la redonda hasta el fondo del campo para enviar un centre a Célimo Polo, quien aprovechando la desconcentración de la zaga central, tuvo tiempo para voltearse y lanzar un zurdazo colocado imposible de atajar.
Así terminó el primer tiempo, con un América confundido por la paridad y por el contrario, con un Popayán crecido y confiado de sacar un resultado positivo del Pascual.
En el complemento América salió renovado para intentar inclinar la balanza a su favor. Para resaltar la opción que tuvo Yamilson Rivera recién iniciada la segunda mitad, cuando en vez de definir a una jugada, prefirió eludir al guardapalos, quedándose sin ángulo al patear lanzando el balón fuera del arco.
Por su parte, como ocurrió en un gran porcentaje de la primera mitad, la visita prefirió resguardarse con orden y contraatacar. Si embargo, esta vez dispuso de contadas opciones para sentenciar la historia a su favor.
Al minuto 74, Julián Lalinde disparó con gran solvencia y fue Ramos quien atajó, dando rebote para que Julio Ortiz se lanzara por la pelota y pateara con la zurda para vencer a Ramos. 2-1 y los cerca de 15.000 hinchas a festejar.
La anotación escarlata propinó una vacuna para los de la visita, Sencillamente quedaron perplejos y confundidos. Mientras tanto, América prefirió no arriesgar dedicándose a manejar los tiempos de partido para conseguir su objetivo y pensar en la próxima jornada.
Con este resultado, los dirigidos por Eduardo Lara se plantan en la segunda posición del grupo y aun guardan chances de volver a la final que ganaron en el primer semestre. Popayán quedó cojeando y ahora depende tanto de su rendimiento como de otros resultados para aspirar a llegar a la finalísima.
Próxima fecha: U. Popayán Vs. América; Alianza Petrolera Vs. Atlético Bucaramanga.