Tras la estrepitosa caída, 3-0, el jueves pasado frente al Tottenham por la Europa League, Inter de Milán recibía a un Bologna, que llegaba con el ánimo por las nubes luego de los tres puntos conseguidos frente al Cagliari en la fecha anterior.
Y fue precisamente la visita la que tomó la iniciativa por medio de Frederik Sorensen, Manolo Gabbiadini y Alberto Gilardino aunque sin mayores contratiempos para el portero argentino Juan Pablo Carrizo.
Por su parte, el Inter respondía a través de Rodrigo Palacio y Walter Gargano; pero la puntería no estaba fina para los latinoamericanos y básicamente el portero Gianluca Curci fue un espectador más durante los primeros 45 minutos.
En la segunda parte, el local intentó reaccionar con Dejan Stankovic, pero Bologna tenía cartas muy bien guardadas y al minuto 57 Alberto Gilardinosorprendió a la defensa del Inter, tras un excelente pase profundo del uruguayo Diego Pérez, con un muy buen remate al palo derecho de carrizo para poner en ventaja al visitante.
Palacio y Freddy Guarín intentaban por todos los medios empatar el marcador. Pero ni Esteban Cambiasso, ni Antonio Cassano pudieron descifrar la férrea defensa que planteó Bologna luego del gol.
En los minutos finales, Inter se fue con todo al ataque y hasta el defensa central Andrea Ranoccia intentó buscar el empate a través de una excelente chalaca que salió levemente desviado de la portería de Curci.
Al final fue 1-0 el marcador final que dejó un sabor muy amargo en los pocos asistentes al Giuseppe Meazza, quienes deseaban festejar los 105 años de su equipo con una victoria. Por el contrario debieron observar cómo los “Nerazzurri” quedaron estancados en la cuarta posición con 47 unidades, mientras que Bologna mantiene la onceava casilla con 32 puntos.