Como en las mejores épocas del imperio romano en el que las mejores luchas se libraban en el Coliseo, se vivirá ésta edición de la Coppa Italiana entre precisamente romanos. Tras haber tenido alguna ilusión el Inter, la Roma destrozó todas las aspiraciones interistas de la temporada de levantar un título.
El Inter comenzó con la intención de remontar el 2-1 en contra del partido de ida y por pasajes del primer tiempo, parecía que lo podía conseguir. Comenzó adelantándose en el marcador por intermedio de Jonathan aún cuando la Roma dominaba el encuentro. Le daba manejo al balón y buscó desesperar al rival.
La serie estaba abierta pero los romanos no querían pasar un susto. Fue no más apretar el acelerador un poco para darle la vuelta al marcador. Los locales salieron dormidos a la segunda mitad y los visitantes aprovecharon la oportunidad para liquidar el encuentro.
La Roma en ningún momento se dio por vencido y Destro logró dos goles en 15 minutos que liquidaron al rival. EL Inter pareció darse por vencido pues todo el esfuerzo de la primera mitad fue en vano. Y todas las ilusiones interistas se terminaron de derrumbar cuando Torosidis consiguió el tercer gol romano que dilapidó al Inter.
Con dos goles de ventaja la Roma siguió dominando el partido y el Inter, con varias ausencias, llegó al segundo gol que más que emoción, le dio un gol más a Ricardo Álvarez para las estadísticas, totalmente intrascendente.
Ahora la final se jugará en Roma. Un partido prometedor entre la Lazio y la Roma para definir quien se queda con la Copa. Una Copa que era la única esperanza para el Inter ésta temporada.