El Real Madrid dejó ir tres puntos claves en un partido más que ganable frente a un rival que tuvo más puntería y suerte que buen juego.
El conjunto madridista inició el compromiso como es su costumbre, yendo hacia adelante y dominando casi por completo a su rival, sin embargo esta vez la precisión no fue el mayor aliado del equipo merengue, pues no logró embocar ninguna de las varias chances que generó.
El Espanyol se dedicó a aguantar el partido, esperando su oportunidad para contragolpear; estrategia que le rindió buenos frutos, pues por este medio logró enmudecer a un sensible Santiago Bernabéu con un gol de Sergio García en el minuto 31.
Cuando parecía que la primera mitad se iba con un resultado sumamente injusto para los locales, Cristiano Ronaldo anticipando a su marcador logró poner la paridad en el marcador en tiempo de reposición, con el pito del juez central terminó un primer tiempo que mereció ganar el local.
La justicia llegó muy temprano en la segunda parte cuando con 3 minutos transcurridos desde la reanudación, Fabio Coentrao puso el 2-1 para el Real, después del gol los de Mourinho se tomaron confianza pero la falta de fortuna y precisión volvieron a hacer meya en los ataques merengues.
Pasado el minuto 65 los visitantes tomaron un segundo aire, generando algunas opciones contra la valla de Iker Casillas. Aunque seguía dominando el local el resultado se apetecía corto, y el Espanyol se mostraba consiente que no estaba cerrado el juego.
En los últimos 5 minutos daba la sensación de que podría aumentar el Madrid, tanto como podría empatar el Espanyol, y a pesar del dominio claro del local, Sergio García y Colotto mostraron que iban a tratar de aprovechar cualquier balón metido al área, sin embargo fue el ingresado al minuto 70, Albín, quien puso el injusto empate para los visitantes en el minuto 89.
Al final un 2-2 que deja muy preocupados y muy lejos de la punta a los dirigidos por Mourinho, quien nuevamente será blanco de las criticas durante los próximos días.