Recursos, muchos. El objetivo final, el mismo: goles. Sí, esa es la mayor cualidad de Radamel Falcao García, la recursividad. En un equipo sin grandes
figuras y que ha conseguido todo a base de ganas, más que por talento, el principal obrero es el ‘Tigre’ de Santa Marta.
No en vano ya es considerado el mejor nueve del mundo y para mí, respetando opiniones, el mejor delantero de la historia colombiana. Y es que ‘Rada’, como lo llaman en su círculo cercano, hace goles de todo tipo: Con pierna izquierda, como el que le hizo a Athletic de Bilbao en el estadio Nacional de Bucarest durante la final de la Europa League. Aquélla anotación fue catalogada como la mejor de la Liga de Europa 2011-2012.
Con la derecha y de 40 metros de distancia. La victima fue el equipo que dirigía Jorge ‘polilla’ Da silva, Defensor Sporting de Uruguay. En tierras charrúas, la naciente estrella de River sacó un derechazo que se clavó en el vértice del arco rival. 2-2 el resultado final.
En el repertorio no podían faltar los conseguidos con el taco. Uno de los más recordados lo anotó en tierras lusas, actuando para el Porto y al eterno rival, Benfica. Esa noche los blanquiazules, dirigidos en ese momento por Villas- Boas, apabullaron a su archirrival 5-0, Falcao anotó el segundo.
De cabeza ha conseguido la mayoría de sus goles, en especial, en sus inicios con el River Plate. Pero no se borrarán de la mente de los hinchas ‘millonarios’ los dos que le convirtió a Botafogo en la Copa Sudamericana de 2007. En el Monumental, River perdía 1-0. Falcao empató al lanzarse de paloma e impactar con la cabeza. Luego, a Falta de un minuto, el equipo de Pasarella jugaba con 10 hombres y ganaba 3-2, pero necesitaba un gol más para avanzar a cuartos. Y llegó, el autor: Radamel Falcao García. Esa noche memorable, Falcao anotó por tres.
De chilena, si la mente no me falla, tiene dos. Uno con el Porto y el otro con la camiseta de Atlético de Madrid y frente a Millonarios en el Campín. El más
espectacular que le haya visto, seguramente porque tuve la oportunidad de presenciarlo, fue de tijera. Lo marcó al América de Cali en el Pascual Guerrero.
Bañando al arquero, definición clásica de Lionel Messi, también hacen parte del repertorio. El primer gol que consiguió en el fútbol profesional argentino
fue enviando el balón por encima del guardameta. River Plate venció 3-1 a Independiente, Falcao se fue de doblete. El más reciente lo hizo ante Paraguay en las eliminatorias a Brasil 2014.
Como dirían por ahí: “goles de todo tipo, olores, colores y sabores”, pero le faltaba uno. El domingo, durante la octava fecha de la ‘liga de las estrellas’, lo consiguió. En Anoeta volvió a deslumbrar, dejó ver un nuevo recurso, el último de su extenso repertorio.
Minuto 89, Real Sociedad y Atlético de Madrid igualaban 0-0. Estaba en juego la permanencia en lo más alto de la tabla. Todo parecía terminan en
tablas, pero apareció un nuevo zarpazo del ‘Tigre’, uno desconocido: El tiro libre. “como profesional es el primero”, aseguró al terminar el partido.
Hace algunos días Mourinho dijo: “No es la cantidad de goles que hace, sino la importancia que tienen”. Con su nuevo invento, el Atlético de Madrid continúa en la punta de la liga española junto al Barcelona.
¿Qué más falta por ver? No sé, dejémonos sorprender.
Harry Gaitán @hagacu