Hace unos días recordé una historia que hablaba de un gran equipo que se hundía en las profundidades del descenso de la mejor liga del mundo por ese entonces y que posteriormente caería en la segunda división de su país. Un equipo prestigioso que ante tal situación dejo de codearse con la elite mundial y paso a rodearse de los pequeños que antes anhelaban tener su estatus.
En ese momento, llegó un entrenador que cambiaría desde el uniforme y las instalaciones hasta la historia del club. Desde 1959 hasta 1974, en quince años logró devolverle el estatus al club subiéndolo de nuevo a la primera división y adornando sus vitrinas con 3 ligas, 2 copas y 4 supercopas locales. En ese momento se convirtió en el mejor entrenador de la historia de este club. El idilio que sentían los simpatizantes con su presencia solo es comparable con el pánico y la angustia que sintieron el día en que anuncio su retirada. Estoy hablando de Bill Shankly y su historia de amor con el Liverpool FC.
Fue Shankly quien cambio la trayectoria que conducía de los vestidores al campo de juego y exigió poner en la mitad de las escaleras de bajada que dan ingreso al Anfield Road una placa con la leyenda: “This is Anfield “. Según él, “para recordar a nuestros jugadores qué camiseta defienden y a nuestros adversarios contra quién juegan”.
Comento esta breve anécdota para enmarcar la ilusión y la grandeza que genero un magnifico entrenador en toda una institución y como su despedida fue un gran golpe para los mismos.
Cuando Shankly anuncio su despedida, muchos de los mejores entrenadores del momento tocaron las puertas de Anfield ofreciendo sus servicios, pero Bill con el prestigio y el respeto que merecía cito a las directivas del Liverpool FC y les comento que, el más indicado para tomar el timón del barco que él dejaba ya estaba en casa.
En el verano de 1974, el segundo entrenador y mano derecha de Shankly se convirtió en el elegido, Bob Paisley era el nuevo entrenador del equipo. Cabe resaltar que tras esta decisión muchos abandonaron el barco y que muy pocos apoyaron la decisión de las directivas.
El arranque de la temporada fue un desastre, Paisley encajo varios empates y algunas derrotas, lo cual destruyó la confianza de la grada y los medios. Como es normal las comparaciones con Shankly no se hicieron esperar y las críticas por supuesto más que constructivas pretendían destruir. Paisley por su lado solo pedía un poco más de paciencia y confianza en su trabajo.
Paisley como buen hijo decidió mantener todo en orden en su casa y mantuvo el estilo propuesto por Shankly y aunque en su primera temporada termino segundo, nunca dejo de creer en su estilo y sus ideas.
Desde su segunda temporada todo cambio y las tormentas se convertían en hermosos días de verano. Paisley se convertiría en una leyenda viviente con el paso del tiempo.
Temporada 75-76 la segunda para él, consiguió hacerse con el doblete, Liga Inglesa ganando con un solo punto de ventaja sobre el QPR y la copa de la UEFA donde vencieron en la final al Brujas.
Su tercera temporada (76-77) fue la canonización directa a los cielos de Anfield, repitiendo el título liguero y ganando la primera Copa de Europa (ahora UEFA Champions League) de la historia de los “Reds”, ganandole al Borussia Moenchengladbach por 3-1 en el Olímpico de Roma. Superando así en palmares a su antecesor Bill Shankly.
En la tercera temporada (77-78), como si fuera poco volvió a ganar la Copa de Europa con el agregado de ser la segunda de la historia del club y de manera consecutiva.
Nota: Paisley venia armando un equipo de ensueño reforzándose con el mítico Kenny Daglish (King Kenny), Alan Kennedy, Ian Rush y el histórico Bruce Grobelaar.
En la temporada 80-81, quedaron quintos en Liga, pero la situación no empeoro pues consiguió la tercera “Orejona” derrotando al Real Madrid de Santillana y Del Bosque.
Su última temporada fue dos años después donde consiguió un triplete local y se despidió con la cabeza en alto del club de sus amores, había llevado al barco de Shankly a ser el transatlántico de Paisley.
Al principio nadie confió en él, nadie pensaba que podría estar a la altura del gran Bill Shankly. Pero como el alumno al maestro no solo lo igualó, sino que lo superó de largo.
Nueve años a cargo del Liverpool, conquistando 6 Ligas, 3 Copas de Europa, 1 Copa de la UEFA, 1 Supercopa de Europa, 3 Copas locales y 6 FA Charity Shield.
Nada mal para un segundo entrenador no?
Sinceramente con esta historia no puedo evitar pensar en Francesc “Tito” Vilanova y lo injusto que ha sido el mundo del fútbol con el actual entrenador del FC Barcelona. Tito también fue segundo entrenador y no de cualquiera, fue el segundo entrenador y mano derecha del mejor entrenador de la última década (De los mejores de la historia desde mi punto de vista), Josep Guardiola.
Aunque las sensaciones no son las mejores, estoy seguro que Vilanova es un gran entrenador y sabe lo que hace, necesita retomar piezas fundamentales y dotar de orgullo nuevamente al equipo. Los resultados obtenidos y la lucha contra la enfermedad sufrida son puntos a favor para merecer una nueva oportunidad y paciencia tal como lo pedía Paisley.
Recordemos la primera temporada de Paisley y la paciencia que tuvo el Liverpool. Ahora, los números de Tito son alentadores, aunque se haya accidentado al final de temporada. Invicto en la primera vuelta, registrando 18 victorias y un empate, dos derrotas encajadas y cuatro empates en todo el campeonato, 107 goles a favor y 38 en contra, a punto de igualar los 100 puntos finales en liga y con cuatro títulos ligueros en cinco años es tiempo de creer, de creer en Tito y en que demostrará que está capacitado para ser el sucesor de Pep, el entrenador actual del Fútbol Club Barcelona.
Por Rafael Navas C. @rafaelnavas14