Los “blues” ganan un partido con argumentos en el que el ariete irlandés Jonathan Walters, sería el principal protagonista con dos autogoles que cambiaron por completo el partido.
Hay un dicho cierto que las estadísticas están para romperlas. Y eso fue precisamente lo que hizo el Chelsea en Britannia Stadium, donde le quitó a Stoke City un invicto de 17 fechas sin caer en su propio feudo, logrando de ñapa, instalarse en la tercera plaza de la Barclays Premier League gracias al empate del Tottenham ante el Queen’s Park Rangers en Loftus Road.
Los de Benítez llegaban a este partido con un saldo negativo, acumulando don derrotas en línea que ponían en alerta al rico combinado de Abramovich. Swansea en Copa de la Liga y el Queen’s en la Premier, los verdugos de un conjunto acostumbrado a ganar sea quien sea su rival.
Aun más tenían un duro rival por delante, que demostraba con creces su enorme poder en casa y más ante equipos grandes a los cuales suele poner por momentos tras las cuerdas. Sin embargo, todos los partidos son distintos y fue el Chelsea quine impuso su categoría desde el arranque logrando con el paso del manillar, abrir el marcador y logrando a la postre una goleada que no estaba entre los papeles.
Los primeros tramos de partido fueron disputados, con dos cuadros organizados sobretodo en defensa y en el medio campo, algo atípico en esta liga caracterizada más por el fútbol rápido y aéreo. De todas formas las cosas fueron cambiando y “los blues” poco a poco se fueron metieron en el terreno del Stoke consiguiendo abrir el marcador al 45’, tras un centre del zaguero español César Azpilicueta al corazón del área que Jonathan Walters metió en su propio arco mediante un cabezazo atípico.
Para colmo llegaría el tercero del Chelsea tan sólo tres minutos después del error de Walters. Una trenza bien hecha por varios jugadores “blues” propinaron la llegada de Mata al área rival, donde este cae simulando una falta que nunca existió pero que valió para engañar al colegiado Marriner. Cobró Lampard duro y arriba para sentenciar el partido con un rotundo 0-3.
Pero esto no sería todo. Al 73’ el belga Eden Hazard se inventó un potente disparo de media distancia para decretar el cuarto, dejando sin opción alguna al gigante Asmir Begovic.
Al 80’ ingreso Jhon Terry después de estar por fuera de la canchas a causa de una grave lesión. Como siempre, el inglés dio de que hablar ya que al 90 le cometió una infracción a Walters dentro del área. Cobró el mismo jugador y para colmó bando el balón por las nubes. Noche negra para el irlandés que nunca olvidará este partido.
Próxima fecha: Chelsea Vs. Arsenal; Swansea City Vs. Stoke City.
