Barcelona derrota al Celtic con angustia

El conjunto blaugrana recoge tres puntos de oro en su estadio, luego de una larga cosecha que demoró 94 minutos para salir aflote y hacer realidad la anhelada victoria culé con gol de Jordi Alba.

El Fútbol Club Barcelona, acostumbrado a sufrir más de la cuenta desde la era de Tito Vilanova, resolvió un difícil encuentro que estuvo cargado de una férrea defensa británica que se acarameló en el último cuarto de cancha al mejor estilo militar, la cual apostó por el contragolpe y la pelota
parada. Con paciencia y siendo fiel a su estilo, el cuadro catalán espero dar la punzada en el momento justo y lo consiguió en las postrimerías de ambos tiempos, exactamente en el 44 y 94.

Barcelona, desde el inicio de partido, busco insistentemente abrir las bandas con el objetivo de buscar espacios propicios para atacar; desafortunadamente para ellos, sus aspiraciones se engolosinaron gracias al orden táctico y a la entrega absoluta de los escoceses. La escuadra
oriunda de Glasgow no se inmuto ante las hermosas pinceladas de los genios culés. Xavi, Messi y el chico de Fuentealbilla fueron actores de reparto en muchos matices de partido. Su creatividad, destreza y habilidad para resolver dilemas les costó más de la cuenta para encarrillar al vagón blaugrana hacia la victoria.

Ejemplifiquemos. Desde el inicio de partido se preveía un partido con escenas de película vistas una y otra vez por el planeta fútbol. Fanáticos y otros no tanto, sabían que el Celtic a priori venía con un objetivo claro al Camp Nou: defenderse y tratar de rescatar algún punto valioso para ir sumando de a poco y lograr la clasificación. Efectivamente, así fue hasta el último puerto de partido.

Desde el pitazo inicial del colegiado transalpino Gianluca Rocchi, la escuadra verdiblanca regaló la esférica a los españoles a doquier. Ellos, a su mejor estilo, empezaron a diseñar una estrategia de juego entendiendo la filosofía escocesa. Por resaltar, las baja esperadas de Sergio Busquets y
Dani Alves, además de las conocidas de los centrales Gerard Piqué y Carles Puyol.

Los primeros matices de partido fueron reflejo de lo que se esperaba. Sin embargo, la brújula del compromiso dio un vuelco rotundo a los 17 minutos. Tras una infracción del chileno Alexis Sánchez, el heleno Georgios Samaras cabeceó con plena comodidad cerca de las 5 con 50, conectando con la espalda del argentino Javier Mascherano y engañando al meta Valdés. 0-1 e indignación de los cerca de 77.000 asistentes al templo culé.

En este orden de ideas, la fiesta se convirtió en tragedia, por lo menos momentánea. A partir de ese instante, la orquesta de Tito Vilanova agarró fuertes sus instrumentos de juego y empezó a machacar con imperiosa concentración, cada una de las oportunidades para saldar cuentas con
su afición y consigo mismos. Sin embargo, a pesar de tener todo bajo orden, se notaba en muchos traces la duda para abatir la muralla impuesta por los de Glasgow.

Fue en ese instante donde se vio con permisiva claridad la falta de sus centrales pilares Piqué y Puyol, además de uno de sus máximos creadores de juego desde las bandas, el brasileño Alves. La defensa estaba muy retrasada, el ecuador de la cancha muy desordenado a pesar de contar
con una rápida recuperación. La simetría, es decir el dibujo táctico, era muy variante aunque siempre bajo el dominio de la esférica. Esta fue quizá la razón fundamental parta tanto sufrimiento a pesar de la búsqueda insistente de cosechar la igualdad y con ello la victoria.

Sin embargo, como dice el viejo refrán tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe, que a falta de 1 minuto para la conclusión de la primera parte por fin aparecieron de manera heroica los tres mosqueteros del Barcelona. Una bella triangulación al mejor estilo del tiki- taka culé dio como resultado la apertura del marcador para los locales con una perla exótica de Andrés Iniesta. 1-1 y un nuevo capítulo.

El segundo y último round fue una réplica del primero. Un Barcelona arrollador pero confuso y un Celtic ordenado pero pobre en creatividad. Para desatacar la enorme actuación del guardameta inglés Fraser Forster, quien en reiteradas ocasiones, salvó la patria de su equipo. En el 29 del
complemento, Iniesta se inventa una vaselina al corazón del área, Lionel Messi remata de cabeza y de nuevo el cancerbero se luce.

Ante el desespero, el estratega blaugrana decide ingresar a Tello y Villa, jugándose de esta manera los últimos cartuchos para lograr el cometido. y lo logró. Corría el minuto 94 y ya a falta del pitazo final, Adriano centra al corazón de área y es Jordi Alba, quien en representación al esfuerzo
culé, se encuentra la esférica y la clava al fondo de la red. 2-1 y final de la historia. El Barcelona recoge los frutos de una larga cosecha y se acerca a los octavos de la Liga de Campeones.

Ficha del partido:

Barcelona: Víctor Valdés; Adriano, Bartra, Mascherano, Jordi Alba; Xavi Hernández, Song, Iniesta;
Alexis Sánchez (Villa, min.80), Messi y Pedro Rodríguez (Tello, min.76).

Celtic: Foster; Lustig, Wilson, Ambrose, Izaguirre; Brown (Commons, min.63), Wanyama, Ledley,
Mulgrew (Kayal, min.76); Samaras (Forrest,min.43) y Gary Hooper.

Goles: 0-1, min.19: Samaras. 1-1, min.45: Iniesta. 2-1, min.94: Jordi Alba.

Árbitro: Gianluca Rocchi (ITA). Amonestó a Mascherano (min.71) y Adriano (min.80).

Incidencias: partido correspondiente a la tercera jornada del grupo G de la Liga de Campeones disputado en el Camp Nou ante 77.781 aficionados, según datos oficinales.

En el otro compromiso correspondiente al Grupo G, el equipo dirigido por Unai Emery venció 2-1 al Benfica de Portugal con anotaciones del defensa Rafael Carioca a los 3 del inicio y autogol de Jardel a los 43. Por parte de los lusos convirtió Lima a los 33 de cabeza. Con este resultado los rusos consiguen sus primeros puntos y se plantan en la pelea por el segundo lugar.

Por Juan Felipe López Lara