El local siguió hipotecando sus chances de clasificar a la ronda final del torneo, tras empatar con un «invisible» Bolivia. Argentina como ha sido su costumbre en este torneo, salió con mucha velocidad y fuerza en ataque. Bolivia solo acertaba a defender e intentar contragolpear; pese a esto la amargura de nuevo llegaría a las graderías del estadio Mundialista de Mendoza, pues al minuto 12 de juego, el boliviano Danny Bejarano, sacó un remate de fuera del área que quedó fuera del alcance del portero Benítez abriendo el marcador.
Con muy bajo rendimiento de sus figuras principales, los gauchos seguían demostrando muy poco entendimiento en sus líneas tanto de ataque como de defensa. Bolivia esperaba pacientemente, tratando con orden defensivo de mantener la ventaja conseguida; a 25 minutos de iniciado, el partido era mediocre, y sólo generaba emociones por el prospecto de una temprana eliminación del local.
Tratando de llegar al empate con mucho pelotazo y poco juego transcurrieron los minutos finales del primer tiempo para los argentinos, mientras tanto los bolivianos siguieron sin proponer nada en ataque aparte de algunos remates aislados, aferrándose a los 3 puntos que estaban consiguiendo. Argentina salió en la segunda parte volcado al ataque sabiendo que este resultado los dejaba fuera del torneo, afortunadamente para los planes gauchos, transcurridos solo tres minutos de la segunda parte llegaría el empate, cuando de golpe de cabeza el jugador Lucas Melano logró vulnerar las redes bolivianas tras centro de Rodríguez.
Después del gol, Argentina se convirtió en el absoluto dominador del juego, sin embargo el impulso que produjo en el juego albiceleste la anotación lentamente fue mermando, y poco a poco el reloj se convertía en su peor enemigo. A los 63 minutos, una infantil jugada del arquero boliviano quien tomó con las manos un pase de su compañero, generó un tiro libre indirecto dentro del área para Argentina. El cobró de Alan Ruiz encontró en el punto penal a un Vietto que sin contemplaciones reventó el arco de Bolivia para lograr el anhelado gol de la ventaja. Faltando 15 minutos para la finalización, Bolivia estaba completamente perdida del partido, sin embargo los ataques argentinos eran tibios, y no les sobraba nada.
Faltando cuatro minutos, y en la única llegada de los bolivianos en la segunda mitad, una tonta mano del argentino Gianetti (quien había ingresado en lugar de Lanzini) fue correctamente pitada por el juez como penal; el boliviano Vargas no desaprovechó la oportunidad y anotó el gol del empate, renovando el sufrimiento de los locales.
Al final los esfuerzos argentinos no rindieron ningún fruto, y de nuevo decepcionando, la albiceleste se fue con un empate que lo puede dejar eliminado en su fecha de descanso el próximo martes; y aún si no ocurriera ese día, tendría muy complicada la clasificación en la última fecha del grupo el próximo jueves.
